lunes, 8 de abril de 2013

Guía de Audición: Mendelssohn, Trio nº 1 en Re m


Esta guía de audición está dedicada al Trio nº 1 en Re m, op. 49, de Mendelssohn. Los instrumentos son los del trío con piano: piano, violín y violonchelo. Es una de mis muchas obras preferidas de la música de cámara, con unas melodías impresionantes, románticas y apasionadas, pero todo ello dentro del marco de Mendelssohn, muy clásico, por otra parte.

Aquí tenéis la partitura, por si queréis seguirla.

La versión que he escogido es la del trio compuesto por Isaac Stern, Leonard Rose y Eugene Istomin. Gran versión: pese a que los grandes solistas no suelen ser destacados músicos de cámara, en el caso de Stern esto no es así. Su trío no es el típico formado para unos conciertos o grabaciones, sino que tocaron juntos nada menos que 23 años…


1º movimiento, Molto allegro agitato.

Ejemplo 101
El violonchelo es el encargado de comenzar el 1º tema, una bella y apasionada melodía con un tempestuoso acompañamiento sincopado del piano.
Y aprovecho para hacer un comentario sobre el trío con piano como grupo de cámara. Así como el cuarteto de cuerda es una combinación perfecta, sin problemas, por sus cuatro instrumentos de timbre y dinámica homogéneos, el trio con piano plantea muchos problemas acústicos: el piano es muy poderoso (y más todavía el piano de nuestros días), el violín menos, pero por su timbre y tesitura aguda, sobresale sin grandes problemas, pero el violonchelo tiene mucha dificultad en destacar entre estos dos intrumentos. No por volumen, sino porque su tesitura casi siempre queda en una zona central, “engullida” por la del piano. Y ahí es donde los grandes compositores han demostrado sus conocimientos. Y este trío de Mendelssohn es un ejemplo perfecto: al principio, el tema es enunciado por el chelo en piano, con un acompañamiento discreto del piano en pianissimo, mientras que el violín interviene más tarde, ayudando a completar el tema del violonchelo. Es una forma de repartir el protagonismo entre tres instrumentos tan diferentes. Brahms también lo hace así a menudo (comienzo del trío op. 8, por ejemplo)


Ejemplo 102
Ahora viene una transición: sobre el pedal del violonchelo, el piano coge el protagonismo, con unos arpegios de séptimas disminuidas. Unos compases más tarde, la cuerda coge la misma armonía, pero con un diseño sincopado diferente, mientras el piano comienza a tocar tresillos a toda velocidad.
Este es otro rasgo particular de este trío: la parte extremadamente virtuosa del piano; tendremos ocasión de ver los cientos de notas que tiene que tocar, mientras sus colegas se llevan la mejor parte, con sus bellas melodías… Recordemos que el trío fue estrenado por el mismo Mendelssohn, lo que nos da una idea de su talla como pianista.
De esta forma, tras unos diseños en canon de violín y chelo (en canon quiere decir que hacen el mismo diseño, pero uno primero, y el otro un compás más tarde, por ejemplo), se reexpone el 1º tema en violonchelo y mano izquierda del piano (minuto 0:23 del ejemplo), mientras el violín hace un motivo complementario muy apasionado y rítmico.  

Ejemplo 103
Tras otro pasaje turbulento, la cosa se va calmando: los tresillos del piano se convierten en corcheas (más lentas), y surge el 2º tema en el violonchelo, en La M (la dominante). Tema más amable y lírico, ayudado por el modo mayor. El tema es retomado enseguida por el piano y luego el violín, mientras el chelo hace un sencillo diseño de acompañamiento.

Ejemplo 104
Acabado el 2º tema, el piano retoma sus pasajes endiablados en tresillos, de entre los cuales surge el 1º tema tocado en dobles octavas por violín y chelo, ahora en la m (minuto 0:19 del ejemplo)

Ejemplo 105
Comienza el desarrollo, con la enunciación del 1º tema en violonchelo, luego en violín y luego en el piano, en diferentes tonalidades. Y, enseguida, el piano aborda el 2º tema (minuto 0:25  del ejemplo), ahora en Si b M.

Ejemplo 106
Ahora son el violín y el violonchelo los que cogen el 2º tema, dialogando entre ellos, pasándoselo de uno a otro amablemente, ora en mayor, ora en menor, hasta que aparece un nuevo diseño sobre el que se establece un pequeño fugato (minuto 0:18 del ejemplo)

Ejemplo 107
Las últimas veces que aparece este 2º tema adquiere otro carácter distinto, al pasar de violín a chelo y viceversa, llegando a una especie de cadencia donde todo se interrumpe. Tras algunas tentativas de continuar, aparece la reexposición del 1º tema en el violonchelo (minuto 0:35), pero en esta ocasión, a pesar de que el tema es idéntico que al principio, la melodía del violín le añade una dimensión extra de apasionamiento y romanticismo.

Bueno, y por no hacerme el pesado, a partir de aquí la cosa se desarrolla según las reglas de la forma sonata: aparecerá de nuevo el 2º tema en el violonchelo, pero en la tónica (en Re M, sin embargo), luego los endiablados tresillos del piano, etc.
Tan solo destacaría un par de cosas: la indefinición del final, en la que Mendelssohn coquetea constantemente entre Re M y Re m, para acabar, sin caer en la tentación de un final “feliz”, en Re m, como empezó el mivimoento. Y otra cosa a destacar, un animato final, en la que el piano echa “el resto”, acelerando aún más sus tresillos en un final vertiginoso.

Aquí está el movimiento completo:

2º movimiento, Andante con moto tranquillo.

Un sencillo y delicioso movimiento, en forma ABA. Tonalidad: Si b M.

Ejemplo 201
De nuevo la inagotable vena melódica de Mendelssohn: melodía simple, simétrica (8 compases), sin grandes hallazgos ni complicaciones armónicas, pero bonita donde las haya, eso sí. Recuerda, como no, a cualquiera de sus Canciones sin palabras. La frase es expuesta por el piano y repetida por los instrumentos de cuerda, que tocan a muy poca distancia, el violín en su registro grave y el violonchelo en el agudo, con lo que llegan a parecer un solo instrumento.
Tras esta primera exposición, se produce una segunda frase exactamente de la misma manera. Durante todo el tiempo, el piano va haciendo un diseño continuo de semicorcheas que van dibujando la armonía con suavidad.

Ejemplo 202
Llegamos a la parte central, con un cambio de atmósfera magistral. Por una parte, la tonalidad cambia de Si b M a Si b m, mucho más triste. Pero lo que realmente hace cambiar las cosas es el acompañamiento del piano. Si hasta ahora ha tocado siempre semicorcheas, ahora toca tresillos de corcheas sobre notas repetidas. Y, curiosamente, siendo figuras más lentas, consigue un efecto de inquietud y desasosiego muy curioso. No es ningún truco, la verdad. La cosa consiste en que, sobre una melodía de negras y corcheas, un acompañamiento de semicorcheas no molesta. Mientras que unos tresillos van todo el rato chocando, no coinciden las pulsaciones, y produce exactamente ese efecto, acentuado por la tonalidad: tristeza, anhelo, una cierta desesperación (bueno, los adjetivos que se os ocurran). Esta superposición de ritmo ternario y melodía binaria fue muy empleada por Brahms más tarde.

Ejemplo 203
Diálogo apasionado entre violín y piano, del cual surge por fin victorioso el tema del violonchelo de esta parte central (minuto 0:14)

Ejemplo 204
Aparece de nuevo el diseño “apaciguador” de las semicorcheas en el piano que, transitando un rato por Fa M, nos lleva como dominante al tono principal de Si b M y a la reexposición del tema A  (minuto 0:12), pero instrumentado de otra manera: el violín es el que lleva la melodía, en un registro más agudo, mientras que el violonchelo hace corcheas en pizzicato y el piano sigue con sus diseños en semicorcheas. Pero en la 2ª sección del tema se intercambian los papeles: es el piano el que recoge la melodía, mientras que la cuerda es la que hace las semicorcheas en octavas.

Ejemplo 205
Una frase solitaria del violín que enlaza, al bajar de registro, con el violonchelo, colaborando entre los dos para juntarse en un “colchón” armónico sobre el cual el piano intenta de nuevo enunciar el tema, como en una especie de coda. Y así termina plácidamente el movimiento.

El 2º movimiento completo:

3º movimiento, Leggiero e vivace.


Ejemplo 301
Se trata de uno de los scherzos ligeros y brillantes típicos de Mendelssohn. Recordemos el scherzo del Sueño de una noche de verano, o el Rondó caprichoso op. 14:
Ejemplo 302
Es un movimiento alegre, en Re M, con un gran virtuosismo no solo en el piano, sino en los otros instrumentos, y sobre todo con un aire de ligereza: el matiz predominante es el piano, y hay pocos momentos en forte.

Ejemplo 303
Destacaría también este motivo, que pasa del violín al chelo, con incesantes semicorcheas del piano. Durante todo el movimiento, el diseño inicial está presente en todo momento.

Ejemplo 304.
Un ejemplo de la persistencia del motivo inicial es que aparece incluso mientras hace su entrada otro tema más sostenuto, primero en el piano y luego en la cuerda, mientras el juguetón diseño sigue apareciendo.
Llega la reexposición, en este caso a cargo totalmente del violín (minuto 0:22 del ejemplo)

Ejemplo 305
Aparece de nuevo el ingenuo 2º tema, esta vez en la tónica, y a partir de esta última aparición, el movimiento va llegando magistralmente a su fin, desvaneciéndose poco a poco sin perder ni un ápice de su ligereza y gracia. Una manera elegante y juguetona de acabar el scherzo.

El 3º movimiento completo:

4º movimiento, Allegro assai appasionato.

Se trata de un Rondo sonata. 

Ejemplo 401
Un cambio total de ambiente con respecto al Scherzo. Estamos de nuevo en Re m, el tono principal del Trio, y el 1º tema es un tema más serio, rítmico. El diseño rítmico (una negra, dos corcheas) estará presente durante todo el movimiento. Una vez que está ya el tema completo, de nuevo el piano se dedica a tocar miles de veloces semicorcheas, dejando a sus colegas la función de ir interpretando el tema de forma más dialogada.

Ejemplo 402
Tras ese pasaje llegamos a lo que sería el 2º tema, en Fa M. A pesar de no estar muy contrastado con el 1º rítmicamente (sigue usando el mismo diseño de negra-2 corcheas), sí que es muy distinto en carácter: mucho menos austero, más apasionado y “desmelenado”(minuto 0:06 del ejemplo)
No me resisto a destacar la manera magistral en la que Isaac Stern enuncia este 2º tema, tras ser expuesto por el piano (minuto 0:19 del ejemplo). Para mí es de una belleza increíble: esa manera de jugar con el ritmo, esa fantasía, dignos del grandísimo violinista y músico que fue…

Ejemplo 403
La vuelta del ritornello se produce de una forma muy original, como no podía ser de otro modo: tras un pasaje de transición modulante, violín y violonchelo intercambian unos diseños de pizzicati, por debajo de los cuales aparece de repente, como sin que nadie se dé cuenta, la vuelta al 1º tema (minuto 0:16 del ejemplo)

Ejemplo 404
Aparece casi enseguida el 3º tema, o lo que sería el 2º episodio, éste si totalmente contrastado en carácter: Si b M, notas más largas, una frase mucho más lírica en manos, como no, del violonchelo, luego continuada por el violín, formando una melodía de una gran libertad, casi sin pulso fijo a pesar de los diseños en tresillos del piano

Ejemplo 405
Tras un pasaje contrapuntístico donde vuelve el ritornello, aparece el 2º tema, ahora en menor (Re m, en lugar de Fa M, como la primera vez), lo que acentúa todavía más el romanticismo de esta apasionada melodía. De nuevo el violinista nos deleita con su manera de interpretarlo.

Ejemplo 406
Todavía aparecerá el otro tema, el 3º, en el violonchelo, y de nuevo en Si b M, pero antes de acabarlo hay una modulación y son violín y violonchelo los que lo cogen, pero esta vez en la tonalidad principal pero en mayor (minuto 0:16). Sin embargo, no llegan a completar el tema, sino que simplemente les ha servido para modular a Re M, tonalidad en la que acabará el movimiento.

El último movimiento completo:




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